Artículo actualizado el 08/02/2021.
¡Hola! Hoy os traigo un artículo sobre terminología propia de patentes que podemos encontrar también en otros contextos y podemos pensar erróneamente que se trata de sinónimos, ya que su significado es parecido, pero no igual y justo esta diferencia resulta determinante en el contexto de las patentes.
¿Y tú, sabrías decirme ahora, sin seguir leyendo, cuál es la diferencia entre descubrimiento, invento, invención e innovación? Admito que la pregunta va con trampa, pero no todas las personas se dan cuenta 😉.
Os dejo también la traducción de estos términos en inglés y alemán para que os sirvan de ayuda y referencia. Como sabéis, el alemán es muy descriptivo y a mí me ayudó mucho a diferenciar los términos en español.
👇 ¿Empezamos?
Un descubrimiento es algo que ya existía, ya estaba ahí antes de que lo descubriésemos, algo que ha permanecido oculto o que nos era desconocido hasta que lo desvelamos. No es ninguna novedad y es algo evidente, al menos en su sector. Por tanto, un descubrimiento no se puede patentar.
Resulta obvio, ¿verdad? El fuego, la estructura del ADN o los planetas no pueden atribuirse a un inventor al que reconocerle la titularidad de una patente que le dé derecho a impedir que terceros hagan uso de su descubrimiento sin su consentimiento previo, que es para lo que sirve una patente.
Invento e invención son dos palabras sinónimas que designan algo (producto, sistema o proceso) que se ha descubierto, que nos era desconocido y que resulta novedoso.
La mayoría de los productos o procesos requieren no de un único invento, sino de varios de ellos que, combinados, logran que el producto funcione.
Puede suceder que el origen de algunos inventos no sea claro. Es el caso de la pirotecnia, algunos atribuyen su invención a un cocinero creativo y otros a distintas culturas que han ido perfeccionando la técnica, incorporando distintas invenciones e incluso la han utilizado para distintos fines (tanto bélicos como lúdicos).
Por cierto, para los hallazgos accidentales o inesperados —como fue el caso de este supuesto cocinero— existe en español una palabra que, si os soy sincera, no conocía antes de adentrarme en este mundo y es ‘serendipia’. En la ciencia podemos encontrar muchas serendipias y en este vídeo podéis ver tres ejemplos.
Una innovación es también algo nuevo, pero se trata de un producto creado o modificado que supone una mejora para la sociedad y se introduce en el mercado. Es decir, que la diferencia con el invento o la invención es que una innovación se puede comercializar.
En este momento es cuando entra en juego la importancia de patentar la innovación, pues permite recompensar y proteger a los inventores y, al mismo tiempo, sirve para divultar los conocimientos de modo que la sociedad se pueda beneficiar con ellos.
¿De qué manera puede una patente recompensar y proteger a los inventores? La patente es un derecho negativo, pues concede a su titular el derecho a impedir que terceros hagan uso del objeto patentado y, por tanto, terceros no podrán fabricarlo, usarlo, venderlo o importarlolo.
En una traducción jurídica que hice hace poco comprobé que, aunque siempre se ha practicado la conservación de semillas y el intercambio de estas entre agricultores, hay que tener en cuenta que hay variedades de plantas patentadas y que son propiedad de una entidad concreta, normalmente una empresa que le da nombre a la variedad de esa semilla. En esos casos: plantar, cosechar, guardar, volver a plantar e intercambiar estas semillas constituyen uso de un objeto patentado (semilla patentada) y, por tanto, debe atenderse a la regulación de las leyes de propiedad intelectual.
Por cierto, ¿quién inventó el teléfono? ¿Pondrías tu mano en el fuego con tu respuesta? Clica aquí para descubrir lo que ocurrió. 👇
En resumen, ni podemos patentar algo que ya existía (un descubrimiento) ni todas las invenciones pueden patentarse, pero todos los inventos son novedosos. Si, además, cumplen con el requisito de aplicación industrial (como en el caso de aquellas invenciones que también son innovaciones) y no resultan evidentes para un experto en la materia (requisito de actividad inventiva), sí se trata de un objeto patentable.
Todas las innovaciones son invenciones, pero no todos los inventos suponen una innovación.
¿Cuáles son los requisitos que toda patente debe satisfacer? Toda patente debe:
Siguiendo todo el razonamiento anterior, no es de extrañar que la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), desmienta la creencia popular y afirme que la mayoría de las patentes no se conceden a grandes descubrimientos o inventos, sino a innovaciones que perfeccionan las invenciones ya existentes, lo que permite sacar al mercado productos, procedimientos o aplicaciones más eficientes, por ejemplo.
En la pirotecnia (si seguimos con los ejemplos relacionados con el descubrimiento del fuego) son necesarias las innovaciones que perfeccionan las invenciones ya existentes. Un ejemplo de ello es el dispositivo lanzador pirotécnico que encontráis en la imagen de este artículo. El titular de la patente es Vicente Caballer Barat. ¿Sabías que una gran parte de las patentes del mundo de la pirotecnia se le concedieron a él o a su empresa?
¿Conocías la diferencia entre estos términos?
¿Conoces más casos curiosos como los que he mencionado? Cuéntamelo en los comentarios ⌨.
Y si te interesa el mundo de las patentes y su traducción, te invito a leer el artículo que escribí sobre la traducción de patentes.
¡Nos leemos!