¡Te eliminan una línea y los subtítulos ya no se entienden!

Actualizado en diciembre de 2024.

Hoy vengo a contarte un caso práctico.

Eliminaron líneas de unos subtítulos que hice, sí, has leído bien.

Lo pudimos solucionar porque suelo revisar los subtítulos publicados siempre que puedo.

Ahora te lo cuento por aquí para que mi experiencia sea tu experiencia, te dediques a la subtitulación o necesites unos subtítulos.

Al final se quedó como una buena anécdota para recordar que:

todo proyecto empieza, concretamente, con el encargo, incluso en subtitulación, y en ese momento es cuando se deben hacer todas las preguntas.

El caso es que algunas personas me decían que yo hacía preguntas muy obvias y, claro, yo misma tenía miedo de que pareciese que no sabía lo que hacía, pero preguntar es la base de todo.

Preguntas antes de empezar: ¿Dónde se van a insertar los subtítulos?

Captura de pantalla de un programa de subtitulación, donde se marca dónde irá un subtítulo en la onda de sonido del vídeo.
Un proyecto de subtitulación es más complejo de lo que suele pensar una persona que no conoce todo el proceso y, antes de ponerme a ello necesito conocer todas las especificaciones, los detalles del encargo, ¿qué necesita exactamente el cliente?

Además de preguntar por el servicio o los servicios que necesita el cliente, como transcripción del original, pautado, subtitulación intralingüística o interlingüística, revisión o control de calidad, incrustación de los subtítulos, y para cuándo lo necesita, es necesario hacer algunas preguntas para entender mejor lo que necesita el cliente, ya que muchas veces puede no saber establecer en un primer momento qué tiene y qué necesita, es normal.

En este artículo te especifico las preguntas necesarias para enfocar correctamente un encargo de subtitulación.

Sobre los subtítulos para personas sordas ya explicamos el cuidado que hay que tener con la sintaxis y cómo funciona una de las características principales: los colores.

Aunque algunas preguntas pueden parecer absurdas, como la ubicación de los subtítulos —qué tontería, los subtítulos siempre van en la parte inferior de la pantalla, ya lo dice su propio nombre—, no es tan obvio y absurdo porque DEPENDE.

Pueden ir en la parte inferior, efectivamente, pero también en la parte superior, cada discurso cerca de quien lo dice… Y todo esto depende de diversos factores como la cultura de ese país, la maquetación final que quieran hacerle al vídeo y dónde y cómo lo vayan a subir, porque no será lo mismo si es un anuncio para la televisión, un vídeo para YouTube o para las historias de las redes sociales, por mencionar algunos ejemplos.

Te cuento lo que me ocurrió en este caso

Después de una semana comentando con una gestora de proyectos lo que su cliente necesitaba, llega el día en el que me pasan los vídeos para subtitular y me pongo a ello.

Lo hago, lo entrego, revisan los subtítulos y todos contentos. Hasta que se publica el contenido subtitulado.

Siempre que puedo, me gusta revisar que finalmente todo se ha subido bien y dar un pequeño y rápido vistazo y repaso.

¡Menos mal!

Corrí al ordenador, abrí el correo y avisé con el corazón a mil de que en algunos subtítulos de dos líneas faltaba la primera línea.

Esto afectaba a la comprensión de la información y causaba un desconcierto enorme en los momentos en los que faltaba toda la información que antes aparecía en la primera línea. Se veían oraciones sin su principio, sin su verbo principal, adjetivos sin su sustantivo, faltaba la intervención de alguien cuando la primera línea correspondía a lo que decía una persona y la segunda a lo que decía otra…

¿Cómo era posible? Los subtítulos se habían revisado antes de entregarlos al cliente final.

Muy sencillo: en el proceso de incrustar los subtítulos, decidieron colocarlos en la parte superior sin comunicárnoslo previamente al equipo que nos encargamos de crear los subtítulos.

La decisión era buena, parecía que no iba a afectar en nada, ¿qué más daba dónde iban a colocar el texto? Pues sí era importante, todo detalle es importante.

Todo el equipo dimos por supuesto que los subtítulos irían en la parte inferior de la pantalla, que es donde suelen aparecer normalmente en España. No lo preguntamos, no lo pregunté. Mal por mi parte.

Suponiendo justo eso, coloqué las etiquetas necesarias para que, en los momentos en los que aparecía en pantalla unos carteles con información sobre la persona que hablaba, los subtítulos aparecieran en la parte superior de la pantalla y, luego, cuando ya no había riesgo de tapar ni obstaculizar nada, los siguientes subtítulos aparecían de nuevo en la parte inferior. Lo expliqué al equipo y lo entregamos así.

Claro que los subtítulos ya los iban a colocar por defecto en la parte superior de la pantalla para que no hiciera falta cambiar la ubicación de los subtítulos en ningún momento. Una gran idea que necesitábamos saber, porque no hubiésemos introducido ninguna etiqueta —incluso yo hubiese tardado un poco menos en entregar los subtítulos porque no me hubiera fijado en cuándo aparecía un cartel y cuándo se retiraba, ni nada de eso.

Parece ser que el equipo que editó los vídeos tuvo algunos problemas y sin querer terminó eliminando algunas líneas, justo las que coincidían que tenían esa etiqueta de la que os he hablado.

Esto no hubiese pasado si hubiésemos preguntado, antes de empezar el proyecto, dónde iban a ubicar los subtítulos (también estaría bien que los editores preguntaran, si ven algo extraño, antes de tomar una decisión por su cuenta). Como subtituladores conocemos los posibles errores y problemas que pueden surgir y podemos tratar de evitarlos preguntando, porque más vale prevenir que curar.

Un detalle: La falta de preguntas y el dar las cosas por hecho puede marcar la diferencia y estropear o entorpecer un proyecto.

Evidentemente, todo tiene solución y, en este caso, todo el equipo actuamos con rapidez y de manera eficiente, eliminé la etiqueta colocada para esos momentos en los subtítulos y ya no hubo ningún problema más.

Quería escribir esta experiencia por aquí para reflejar la importancia de las preguntas y la importancia de dar cuanta más información mejor.

Como cliente, puedes pensar que X cosa es una tontería, pero deja que lo evalúe yo misma o la profesional a cargo.

Tenemos un contrato de confidencialidad, así que no tengas miedo a ofrecer información y material, porque todo es para que el proyecto quede lo mejor posible.

También es cierto que, en este caso, mi cliente era la agencia y no el cliente final y, por su parte, siempre me consultan todas las dudas, me explican todos los proyectos y me contestan a todas las preguntas. Gracias a esta comunicación constante, pude comprobar cómo se subía el material y pudimos actuar de una manera muy eficaz.

Al final, fue una experiencia totalmente positiva de trabajo en equipo, algo que está muy a la orden en nuestra profesión y que hace que el trabajo desde casa sea algo menos solitario.

¿Moraleja? Si lo pregunto, es por algo.

Perdóname futuro cliente por enviarte un correo largo con preguntas y recomendaciones, pero prefiero entender desde el principio lo que necesitas exactamente y no encontrarnos con sorpresas, como esta, que pueden suponer rehacer el trabajo, no solo de subtitulación, sino de edición del vídeo y de modificación de las campañas puestas en marcha con ese vídeo. Ahorremos tiempo y dinero aportando toda la información posible desde el principio del proyecto.

Así que perdona si te hago unas preguntas antes de ponerme manos a la obra.

¿Tienes alguna anécdota así? Dime que sí, que no soy la única. Cuéntamela en los comentarios. ⌨

¡Nos leemos!

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